Realizando una reflexión de mi práctica pedagógica en el tiempo
de servicios que tengo, he concluido que sí soy una docente innovadora. Porque trato
de mejorar mi práctica pedagógica, de realizar adaptaciones y modificaciones a la
planificación curricular; de capacitarme y estar actualizada; de aplicar lo que
voy aprendiendo en los diversos certámenes y estudios que vengo realizando;
teniendo en cuenta los intereses y necesidades de mis estudiantes, sorprendiéndolos
en cada interacción que tenemos. Pues ellos, son los directos y primeros
evaluadores de nuestro proceso, nuestros mejores consejeros de cómo desean se
realice el trabajo en aula, lo que permite tenerlo presente en el proceso E-A. A mis estudiantes, les doy confianza con
respeto, les escucho y promuevo habilidades sociales. Trato de ser amena en las
clases, insertando material tecnológico u otro, pero diferente para evitar la
monotonía y permitiendo que ellos crezcan, a partir de sus habilidades y
destrezas, interactuando con herramientas tecnológicas, las que pueden ser
elaboradas por ellos mismos, promoviendo así las capacidades del área como analizar,
reflexionar, etc.
Incentivo a que otros docentes, ya sea de mi especialidad o de
otras, a que tengan apertura de cambio, invitándoles a estudiar, a capacitarse
y actualizarse. Teniendo la satisfacción de ver que muchos de ellos están ya
culminando estudios profesionales u otros.
Planifico mis ideas, que se concretizan en una serie de proyectos
y planes de trabajo pedagógicos, que permitan crecer a todos los agentes de la institución
donde laboro, integrando al grupo, respetando las diferencias, puntos de vista
e identidades de cada miembro de la Comunidad sanmartinense. Por ello, los
retos son parte de mí, lo que permite al final de cada trabajo o de cada interacción
con los estudiantes estar satisfecha con lo que se hizo, alegría que lo festejo
silenciosamente.
Por último, considero que en toda esta innovación docente, está
presente la vocación profesional, el amor a lo que se realiza, pues así uno se
siente feliz de contribuir a cambiar conductas en los estudiantes, por aportar al
desarrollo de la Comunidad con nuestro
trabajo en aula, en la escuela, para que los estudiantes también sean agentes
transformadores del desarrollo y progreso del contexto donde se desenvuelven,
haciendo de él el mejor ambiente de convivencia armoniosa y de respeto al ambiente.
Estimada colega: Comparto contigo la última parte que hablas sobre la vocación de un docente, ya que si no fuese así estaríamos engañándonos a nosotros mismos y por consiguiente, a nuestros estudiantes.
ResponderEliminarPienso, que debemos ser conscientes y tener presente lo que dijo Mandela: "La educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar al mundo".
Cordialmente,
Luz Rodríguez.